Acababa de llegar de viaje, uno de esos tantos viajes que me tocan hacer semana tras semana, y por alguna razón me sentía algo así como agotada. Y sí, viajar te agota, te cansa, ni que decir tratar con los pasajeros, algunos muy buenos, y otros que te dan ganas de abrir la claraboya y tirarlos al aire.
Incluso mi vieja, que me conoce como a la palma de su mano, intentaba sacarme el motivo de mi cara de orto, al cual respondí con: "lo que pasa que no tenía plata y...". Lo que realmente pasaba era otra cosa, otra cosa que me rondaba la cabeza, y fue suficiente para que venga a un ciber y encontrara en mi casilla lo que alguna vez iba a aparecer.
Breve resumen: La nena hizo la gran "animarse a más", escribió el bendito mail, tirándose a la pileta, hubiera o no agua. Y la respuesta era clara, justamente, como el agua.
Animarse, animarse a más, animarse a amar (no importa lo que pase), animarse a armar un mundo de a dos (por más difícil que sea), animarse y quedar estampada cual mosquito en la pared. Supongo que en este momento la frase que más me identifica es la última.
No vamos a entrar en detalles. Me dijo que no, con elegancia y porte, con hermosas palabras adornadas de guirnaldas de colores, me dijo que no. Y no aguanté las lágrimas, me vinieron solas, pero preparadas, como si ellas mismas supieran lo que mis ojos iban a leer.
Además de perder las esperanzas de que él me quiera aunque sea un poquito, acabo de perder un amigo, bueno, por decirlo de alguna manera. Es verdad, nunca lo quise como amigo. Lo adoré como al hombre que quería a mi lado, y por como soy, estaré varios días en stand by, porque lo seguiré queriendo. ¡Cómo olvidarme de tanta belleza!
A veces el impulso, los sentimientos, el corazón, apuntan para el lado equivocado y nos juegan en contra. Esta es la segunda vez que me pasa.
La verdad, estuve ahí de responder... hasta pienso en dejar pasar unos días para hacerlo finalmente. Ojalá supiera qué es lo correcto hacer y qué no. Me tiro por lo segundo... aún con dudas. Sólo por hacer valer mi orgullo.
Un saludo muy especial a San Valentín.