Vengo días pensando en esto, y supongo que le debe pasar a casi todas las mujeres, o alguna vez les habrá pasado. Y definitivamente pienso que está escrito en lo que tod@s llamamos "destino". Tengo este cierto imán para atraer a los que no me gustan (pongamos de ejemplo, al "sindientes", bueno, tiene algunos todavía), pero no funciona con aquél que me parte la cabeza. Sí, "aquél", no "aquéllos". Porque los "aquéllos" son personas eventuales que una, caminando con una amiga, se cruza por la calle o ve en la farmacia, y se le transforma la carita al decir "¡qué fuerte que estás!" (si vieran el farmacéutico de la Bellei de calle Estomba... y eso que no me gustan los tipos "onda banana beach", bronceados y todo eso, pero éste, hay que reconocerlo, está re fuerte, y además reboza de simpatía. Le voy a proponer a mi amiga que le hagamos un club de fans en el Face.
Hay un "aquél" en mi vida... y no es mi novio, ni el farmacéutico. Es triste de verlo, pero la realidad es así. Esa persona, vaya a saber uno por qué motivos, es a la que pienso a diario, pero de todas formas, y gracias a la experiencia de haber pasado por lo mismo, puedo manejarlo. Es decir, el "puedo" es una coraza, no significa que realmente pueda, pero al menos si lo pienso así, estoy más tranquila, y ya que estamos, más triste, por no poder abrazarlo, mirarlo a la cara, besarlo y decirle todo lo que siento.
Me dije "no me va a volver a pasar", pero creo que estamos destinadas a vivir un ciclo, en el que las experiencias o ciertos hechos se repiten, no con la misma persona, pero si la situación.
La última vez fuimos a contramano. Llegué a pensar que era todo mentira, y también me fui para el otro extremo y pensé "por ahí, es el destino que no quiere que nos crucemos". Sólo dio para una vez, y no pasó nada raro (no soy de esas).
Pero no soy vidente. No sé que puede haber dentro de su cabeza. No sé, no sé, no sé... y el no saber me tiene loca.
Espero, algún día, volver a verlo...
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