jueves, 18 de junio de 2009
domingo, 7 de junio de 2009
La crueldad humana no tiene límites...
Hoy me he puesto a revisar mi casilla de Hotmail, abandonada por cierto, y vi de todo: pps, mensajes de augurio, noticias de la actualidad, y la crueldad en sí misma.
Soy una defensora a muerte de los derechos del animal (si, el animal mal llamado así por cierto, por esa idea idiota de llamar a los seres que son "inferiores" al ser humano por no tener la capacidad de hacer las cosas que hace, pero "superiores" en dar cariño, y en tener que sobrevivir día a día de la mano del hombre).
Y entre esos mails que uno revisa, me topé con esto. Desde ya no voy a publicar las fotos, porque si hay algo que condeno totalmente es el morbo en toda su expresión. Así que, de entrada les digo, que si quieren buscar instantaneas de semejante acto de barbarie, sean libres de acudir a San Google a tal efecto.
La información trata acerca de una dantesta masacre que tiene lugar en el país de Dinamarca, en las islas Feroe, un país que consideran "civilizado", y que pertenece a la Unión Europea.
Para muchos es desconocido este atentado a la vida, a la sensibilidad, a todo. En esta masacre sanguinaria participan todos los "mozos" para demostrar que entran en la edad adulta (entiéndase por mozo, a un muchacho que roza completamente la edad de la estupidez, y que para probar que tiene algo denominado "pelotas" que le cuelgan, tiene, o debe, o es enseñado por una cultura a realizar tal hecho). A veces y en estos casos, condeno las palabras "cultura", "tradiciones" y "costumbres", sólo, en estos casos.
El mail continúa diciendo que es absolutamente increíble que no se haga nada al respecto (y obvio, chavón, si al ser vivo no humano se lo deja para lo último, total, que se extinga), o sea, la masacre se efectúa a una raza de delfines (siiii, delfines) denominada Calderones, un delfín inteligentísimo que tiene la particularidad (IRONICAMENTE) de acercarse al hombre sólo por curiosidad.
¿Todo se trata de mantener la tradición? Pues...¡me cago en la tradición, y en el afloramiento de los mozos, y lpqlp a todos esos criminales!
Soy una defensora a muerte de los derechos del animal (si, el animal mal llamado así por cierto, por esa idea idiota de llamar a los seres que son "inferiores" al ser humano por no tener la capacidad de hacer las cosas que hace, pero "superiores" en dar cariño, y en tener que sobrevivir día a día de la mano del hombre).
Y entre esos mails que uno revisa, me topé con esto. Desde ya no voy a publicar las fotos, porque si hay algo que condeno totalmente es el morbo en toda su expresión. Así que, de entrada les digo, que si quieren buscar instantaneas de semejante acto de barbarie, sean libres de acudir a San Google a tal efecto.
La información trata acerca de una dantesta masacre que tiene lugar en el país de Dinamarca, en las islas Feroe, un país que consideran "civilizado", y que pertenece a la Unión Europea.
Para muchos es desconocido este atentado a la vida, a la sensibilidad, a todo. En esta masacre sanguinaria participan todos los "mozos" para demostrar que entran en la edad adulta (entiéndase por mozo, a un muchacho que roza completamente la edad de la estupidez, y que para probar que tiene algo denominado "pelotas" que le cuelgan, tiene, o debe, o es enseñado por una cultura a realizar tal hecho). A veces y en estos casos, condeno las palabras "cultura", "tradiciones" y "costumbres", sólo, en estos casos.
El mail continúa diciendo que es absolutamente increíble que no se haga nada al respecto (y obvio, chavón, si al ser vivo no humano se lo deja para lo último, total, que se extinga), o sea, la masacre se efectúa a una raza de delfines (siiii, delfines) denominada Calderones, un delfín inteligentísimo que tiene la particularidad (IRONICAMENTE) de acercarse al hombre sólo por curiosidad.
¿Todo se trata de mantener la tradición? Pues...¡me cago en la tradición, y en el afloramiento de los mozos, y lpqlp a todos esos criminales!
sábado, 6 de junio de 2009
Señora paciencia
Es todo un tema la paciencia, hay que saber tenerla, en cada momento cuesta más, a veces parece que te lo hicieran a propósito, no sé la verdad...
Cada día me lo planteo... ¿seré yo el bicho raro que se molesta con todo, o será el mundo que me impacienta? Mientras trato de encontrar una respuesta, más me enfado. A veces me hallo en una disyuntiva, entre saber separar los motivos importantes y aquéllos que sólo aparecen como pequeñas estupideces.
Quizá la vida te pone a prueba para ver cuánto aguantás, y ahí es cuando viene el descontrol, y uno se cierra en sus propias verdades, podrá ser como un acto reflejo de estar a la defensiva, y te peleás con todo el mundo, o más bien con aquél o aquéllos que forman parte de tu mundo.
Y de cada cosa trato de aprender, pero a veces es inútil, sigo siendo la mal llevada de siempre. Es como si de pronto acumularas mierda y más mierda, y de pronto tenés ganas de vomitarla, porque te das cuenta que no podés más, que la paciencia está a punto de llegar al nivel rojo, y que en cualquier momento podes explotar...
Aún me sigo preguntando, ¿soy yo la causa de estar así?
A lo mejor, todavía estoy creciendo, lo cual suena demasiado loco, pienso que ya pasó todo, o sólo una parte, porque la vida me debe tener preparado algo más.
Desde ya, no comparo mis problemas de adaptación con los que nos rodean actualmente, algunos aparecidos de golpe, o los que se derivan de otros.
Pero mientras tanto, yo sigo mostrando esta careta, fingiendo que todo me importa un bledo, que nada me toca, me invento un escudo para filtrar las boludeces de los demás, pero yo sé que en el fondo me alcanzan, en pequeñas o grandes dósis. Todos tienen un punto débil, un límite, un momento en el que dicen "basta", nadie es impermeable...después de todo.
Así que, Señora Paciencia, téngame... paciencia.
Cada día me lo planteo... ¿seré yo el bicho raro que se molesta con todo, o será el mundo que me impacienta? Mientras trato de encontrar una respuesta, más me enfado. A veces me hallo en una disyuntiva, entre saber separar los motivos importantes y aquéllos que sólo aparecen como pequeñas estupideces.
Quizá la vida te pone a prueba para ver cuánto aguantás, y ahí es cuando viene el descontrol, y uno se cierra en sus propias verdades, podrá ser como un acto reflejo de estar a la defensiva, y te peleás con todo el mundo, o más bien con aquél o aquéllos que forman parte de tu mundo.
Y de cada cosa trato de aprender, pero a veces es inútil, sigo siendo la mal llevada de siempre. Es como si de pronto acumularas mierda y más mierda, y de pronto tenés ganas de vomitarla, porque te das cuenta que no podés más, que la paciencia está a punto de llegar al nivel rojo, y que en cualquier momento podes explotar...
Aún me sigo preguntando, ¿soy yo la causa de estar así?
A lo mejor, todavía estoy creciendo, lo cual suena demasiado loco, pienso que ya pasó todo, o sólo una parte, porque la vida me debe tener preparado algo más.
Desde ya, no comparo mis problemas de adaptación con los que nos rodean actualmente, algunos aparecidos de golpe, o los que se derivan de otros.
Pero mientras tanto, yo sigo mostrando esta careta, fingiendo que todo me importa un bledo, que nada me toca, me invento un escudo para filtrar las boludeces de los demás, pero yo sé que en el fondo me alcanzan, en pequeñas o grandes dósis. Todos tienen un punto débil, un límite, un momento en el que dicen "basta", nadie es impermeable...después de todo.
Así que, Señora Paciencia, téngame... paciencia.
Algo de Benedetti que me gusta mucho...
...sólo un trozo, de todas las maravillas que ha escrito.
"Soñamos juntos, juntos despertamos, el tiempo hace o deshace, mientras tanto no le importan tu sueño ni mi sueño, somos torpes o demasiado cautos..."
"Soñamos juntos, juntos despertamos, el tiempo hace o deshace, mientras tanto no le importan tu sueño ni mi sueño, somos torpes o demasiado cautos..."
jueves, 4 de junio de 2009
Y llegó el día...
Bueno, como era de esperar, hoy cumplo los 27, con mucha algarabía a mi alrededor (no es tan así, pero bueno...).
Les agradezco a todos los mensajitos de felicitaciones, aunque nadie excepto Super-Guadex conoce este blog, puesto que le estaré agradeciendo a ella, eso guada, gracias che, y besos miles con Leon, y que el veterinario no le haga la vida imposible, así y prontito va a estar mejor!!
Tengan a todos ustedes muy buen día!!!
(entiéndanse por "todos ustedes" a: Guada, Tom, Leon, el Jere, la chihuahua que a nadie le gusta -porque todos piensan que es una ratita, pobrecita-, yo, mi otro yo, y el yo-ego -¿se decía así?-, que lo tengo por el piso...)
Les agradezco a todos los mensajitos de felicitaciones, aunque nadie excepto Super-Guadex conoce este blog, puesto que le estaré agradeciendo a ella, eso guada, gracias che, y besos miles con Leon, y que el veterinario no le haga la vida imposible, así y prontito va a estar mejor!!
Tengan a todos ustedes muy buen día!!!
(entiéndanse por "todos ustedes" a: Guada, Tom, Leon, el Jere, la chihuahua que a nadie le gusta -porque todos piensan que es una ratita, pobrecita-, yo, mi otro yo, y el yo-ego -¿se decía así?-, que lo tengo por el piso...)
miércoles, 3 de junio de 2009
Las vecinas: todo un tema... y otras yerbas...
Hoy parece que estoy con ganas de escribir... no es que me la pase quejando todo el tiempo, sino que las razones para quejarse se dan como si fuera una cadena, entonces sí, parece que me estoy quejando todo el tiempo...
En este caso voy a especificar un poco a qué me dedico: soy empleada de un negocio de indumentaria y accesorios varios, de todo tipo de cosas, perdón si no hago una especificación detallada de las cosas que se venden, porque, como verán, no estoy de humor...
Es una tienda de barrio, con todo lo que el "barrio" conlleva: lugar más o menos tranqui, con el Marina Coppa a la vuelta, el clásico almacén a la vuelta de mi misma cuadra, al que vas a comprar las cosas para cocinar (porque no te place caminar tres cuadras para ir a la Coope o cuatro para ir a los chinos), y la corona de todo... las vecinas.
Las vecinas... a ver... ¿por dónde empiezo?
Tenés las vecinas buenas, las que no se meten en tu vida, las que saludas al paso, aquellas con las que te quedas hablando de lo frío que está el día, y por último, aquellas que no te las bancas ni por asomo (me había olvidado de aquellas/os que esconden secretos turbios, de esos que te enterás y deseás no haberte enterado).
Lo que no soporto de muchas de ellas es que vienen al local, te cuentan sus problemas (como si vos ya no tuvieras los tuyos), te hacen sacar 6 estantes de ropa, se lamentan porque no les traes esa remerita preciosa de vidriera color "uva", pero en talle 8, y le encuentran no la quinta, sino la octava, novena o décima pata al gato (si, es muy descabellado, todos sabemos que el gato tiene sólo cuatro patas, sino pobre gato).
Y por si esto no fuera poco, te cuentan sus problemas como para justificar la razón de por qué no pagaron esa deudita que había en su cuenta... y si no me creen, les cuento de una, que vino, después que pasé por su casa a avisar que tenía una deuda del año pasado, varios días después, para decirme que había tenido un accidente y que había perdido la memoria... Bueno, ya está, si me hubiera creído esto, estaba al horno. No te voy a decir que le creí, sino que cuando me lo dijo, me quedé con cara de asombro, y opté por seguirle la corriente y hacer que le creía (ACLARACION: tengo una amiga, que vive casa por medio de esta persona, y me hubiese confirmado que esto fue verdad, tenés que verle la cara cuando le dijimos lo que nos había dicho).
Boludeces como estas están a la orden del día, y las vecinas chusmas, diosssss, esas si que hay que pegarles para hacerlas reaccionar. Un caso: Cuando falleció mi suegra, esa misma mañana, una de enfrente se encargó personalmente de pregonar lo sucedido casa por casa...sin palabras.
Me faltó otra clase de vecinos: los que viven de otros, sobre todo cuando se te meten en la casa, y cuando llegás, encontrás todo revuelto porque... te robaron. ¡Sí! ¡Acertaste! Los chorros!!! ¡Cómo dejarlos afuera de este escrito!! Toco madera, porque hasta ahora no se han metido acá, sabemos que son chorros, pero también vienen otros de otras partes...
¿Les conté que me robaron un bolso de ropa acá en Bahía? Ni en los compañeros de colectivo se puede confiar... pero eso, lo contaré más adelante, cuando decida quejarme del servicio de mierda que brindan Cristina y sus amigos (nada que ver con la Kirchner, así que abstenerse de proyecciones), y del mal trago que me hicieron pasar...
Esto fue todo por hoy.
En este caso voy a especificar un poco a qué me dedico: soy empleada de un negocio de indumentaria y accesorios varios, de todo tipo de cosas, perdón si no hago una especificación detallada de las cosas que se venden, porque, como verán, no estoy de humor...
Es una tienda de barrio, con todo lo que el "barrio" conlleva: lugar más o menos tranqui, con el Marina Coppa a la vuelta, el clásico almacén a la vuelta de mi misma cuadra, al que vas a comprar las cosas para cocinar (porque no te place caminar tres cuadras para ir a la Coope o cuatro para ir a los chinos), y la corona de todo... las vecinas.
Las vecinas... a ver... ¿por dónde empiezo?
Tenés las vecinas buenas, las que no se meten en tu vida, las que saludas al paso, aquellas con las que te quedas hablando de lo frío que está el día, y por último, aquellas que no te las bancas ni por asomo (me había olvidado de aquellas/os que esconden secretos turbios, de esos que te enterás y deseás no haberte enterado).
Lo que no soporto de muchas de ellas es que vienen al local, te cuentan sus problemas (como si vos ya no tuvieras los tuyos), te hacen sacar 6 estantes de ropa, se lamentan porque no les traes esa remerita preciosa de vidriera color "uva", pero en talle 8, y le encuentran no la quinta, sino la octava, novena o décima pata al gato (si, es muy descabellado, todos sabemos que el gato tiene sólo cuatro patas, sino pobre gato).
Y por si esto no fuera poco, te cuentan sus problemas como para justificar la razón de por qué no pagaron esa deudita que había en su cuenta... y si no me creen, les cuento de una, que vino, después que pasé por su casa a avisar que tenía una deuda del año pasado, varios días después, para decirme que había tenido un accidente y que había perdido la memoria... Bueno, ya está, si me hubiera creído esto, estaba al horno. No te voy a decir que le creí, sino que cuando me lo dijo, me quedé con cara de asombro, y opté por seguirle la corriente y hacer que le creía (ACLARACION: tengo una amiga, que vive casa por medio de esta persona, y me hubiese confirmado que esto fue verdad, tenés que verle la cara cuando le dijimos lo que nos había dicho).
Boludeces como estas están a la orden del día, y las vecinas chusmas, diosssss, esas si que hay que pegarles para hacerlas reaccionar. Un caso: Cuando falleció mi suegra, esa misma mañana, una de enfrente se encargó personalmente de pregonar lo sucedido casa por casa...sin palabras.
Me faltó otra clase de vecinos: los que viven de otros, sobre todo cuando se te meten en la casa, y cuando llegás, encontrás todo revuelto porque... te robaron. ¡Sí! ¡Acertaste! Los chorros!!! ¡Cómo dejarlos afuera de este escrito!! Toco madera, porque hasta ahora no se han metido acá, sabemos que son chorros, pero también vienen otros de otras partes...
¿Les conté que me robaron un bolso de ropa acá en Bahía? Ni en los compañeros de colectivo se puede confiar... pero eso, lo contaré más adelante, cuando decida quejarme del servicio de mierda que brindan Cristina y sus amigos (nada que ver con la Kirchner, así que abstenerse de proyecciones), y del mal trago que me hicieron pasar...
Esto fue todo por hoy.
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